23.11.06

ESTEBAN DAZA

Esteban Daza (Valladolid, c.1537 – Valladolid, entre 1591 y 1596) es el último de los siete vihuelistas del siglo XVI cuya obra ha llegado hasta nosotros. Los restantes son Luys de Milán, Enríquez de Valderrábano, Alonso Mudarra, Diego Pisador, Miguel de Fuenllana y Luis de Narváez.
De familia de clase media, fue el menor de trece hermanos. Estudió derecho en la Universidad de Valladolid, donde se graduó en 1563.
En 1576, publicó en Valladolid un libro con obras para vihuela sola y para voz con acompañamiento de vihuela llamado: Libro de música de cifras para vihuela intitulado El Parnaso. Es el último de los libros publicados para vihuela y está dedicado a un amigo de su familia, el licenciado Hernando de Hablas de Sotomayor, consejero de Felipe II y abogado de su corte. Consta de fantasías y transcripciones para vihuela de canciones y villancicos polifónicos de otros autores. Se caracteriza por requerir un alto grado de destreza por parte del vihuelista.
El Parnaso se divide en tres libros de música:
El primero contiene catorce fantasías en cuatro partes y cuatro fantasías en tres partes, en un estilo brillante y más bién conservador. El segundo contiene trece motetes de compositores como Pedro Guerrero, Francisco Guerrero, Juan García de Basurto, Jean Maillard, Jean Richafort y Thomas Crecquillon, además de seis obras del primer libro de motetes de Simon Boyleau. El tercer libro consta de un romance, trece sonetos y villanescas de compositores como Rodrigo de Ceballos , Francisco Guerrero, Juan de Navarro y Ordoñez; once villancicos y dos canciones francesas. Sólo nos ha llegado la parte vocal de nueve de las obras de compositores españoles.

6.10.06

ENRIQUEZ DE VALDERRABANO

ENRIQUEZ DE VALDERRABANO

(c.1500-desp.1557).

Nada se sabe sobre su formación musical. El propio Valderrábano afirma en el prólogo a su obra “Silva de Sirenas” que se dedicó a los estudios musicales desde la niñez y que lo que 'en muchos años pude alcanzar, me atreví a hazer esta obra'.
Publicada en 1547, esta “Silva de Sirenas”, llamada así por su heterogéneo carácter antológico, recoge, junto a su excelente repertorio de compositores europeos, la muy valiosa antología de romances viejos y canciones castellanas.
Efectivamente, durante los 12 años en que estuvo ocupado preparando el libro citado, afirma su autor que recogió en él "de muy graves y aprovados músicos lo más provechoso para buenos oydos y afficionados della".
El pensamiento de Valderrábano concuerda con las palabras siminares que aparecen en la aprobación del libro: "Aveys hecho un libro de cifra... para tañer en la vihuela, donde ay cosas muy subtiles y de gran provecho e ingenio".
Además de la abundante serie de fantasías del autor, figuran en la Silva de Sirenas, según dijimos, romances antiguos y canciones castellanas de inestimable valor, junto a obras polifónicas de carácter sagrado compuestas por Josquin des Prés, Willaert, Gombert, Archadelt, Baldovin, Jachet de Mantua, Francesco Milano; y por los españoles Cristóbal Morales, Juan Vásquez, Diego Ortiz y algunos más.
Sin embargo, para nuestros días, el valor del libro de Valderrábano reside principalmente en la colección de fantasías compuestas por él mismo y en la rica colección de canciones con texto vulgar castellano, transcritas y glosadas para canto y vihuela.

NEUMAN, Hans Federico. Introducción a la música española del Renacimiento

DIEGO PISADOR

Pocos datos tenemos sobre la vida de Diego Pisador. Debió nacer en 1509 o 1510, puesto que en 1553 decía tener “quarenta e quatro años, poco más o menos”, en Salamanca.
Era hijo de Alonso Pisador e Isabel Ortiz (hija a su vez de Alonso III de Fonseca, Arzobispo de Santiago y entusiasta mecenas de la cultura y las artes, entre ellas la música), los cuales contrajeron matrimonio en 1508. Alonso trabajó como notario de la audiencia del Arzobispo y cuando éste se trasladó a Toledo en 1524, debió entrar al servicio del conde de Monterrey, posiblemente Alonso de Acevedo y Zúñiga, nieto del citado Alonso III y por lo tanto emparentado directamente con nuestro autor: Diego. Éste tuvo dos hermanos menores: Alonso y Francisca (casada con Francisco Ortiz y muerta en 1550).
Diego tomó órdenes menores en 1526, pero no prosiguió la carrera eclesiástica, ni estudios universitarios, que tengamos constancia. Su padre se trasladó a Galicia en 1532 sirviendo a Alonso de Acevedo y Zúñiga, como corregidor de Monterrey y no volvió a Salamanca hasta 1551, cuando ya había muerto su mujer. Durante esta ausencia, Diego Pisador quedó a cargo de los asuntos económicos de la familia, y del puesto de mayordomo (administrador) de la ciudad de Salamanca.
El 12 de Noviembre de 1543 en esta misma ciudad contrajeron matrimonio el príncipe Felipe y María Manuela de Portugal: la entrada ceremonial del príncipe y la princesa, las posteriores nupcias y el festejo, que duró una semana, debieron ser acontecimientos que impresionarían a Diego e incluso le implicarían debido a su cargo de mayordomo90. La organización corrió a cargo de Francisco de los Cobos, por lo que es probable la asistencia de Narváez además de la documentada presencia de Antonio de Cabezón (Extracto de "El libro de Música de Vihuela de Diego Pisador".

Musica de Vihuela (por Jorge Fresno)

19.9.06

DEL FORO DE AIC

Ya que tengo esto en el portapapeles aprovecho y lo pego también aquí
Aclaro: AIC: Asociación Internacional del Charango
Su web: www.aicharango.org
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Muchas gracias, Markus y Ana por vuestros comentarios. Me dan alegría y ganas de continuar con este asunto.

Creo que este podría ser un buen lugar donde extenderme: de echar la lengua a pacer (decimos en Asturias). ¡Bueno! ¿por qué no?:

Lo cierto es que hay poca documentación sobre los VihuelistaS españoles y además está dispersa. En cuanto a las obras que compusieron, son todas (las 7) grandes: colecciones casi infinitas de obras, obritas y obrones. Cuando intenté firmemente conseguir los faxímiles, a eso del año 2000, comprobé lo olvidado que estaba todo esto; no resultó fácil ni tampoco barato para un europeo. Con el 'agravante' de que me llegaron, no desde España, como cabría suponer, sino de Alemania, Francia y Suiza. De los 7 me faltan dos. Por suerte, unos amigos, entusiastas aficionados y profesionales con gran prestigio (Gerardo Arriaga y Carlos Fernández, entre otros) publicaron todos esos faxímiles en un solo CD. Desde 2003 es posible tenerlo todo fácilmente y pagando lo lógico: Un adelanto.

Por otro lado está la música: densa, profunda, rica y que requiere una especial atención y calma tanto en el oyente como en el ejecutante. Cosas que hoy no abundan de forma espontánea ni en el público ni el los jóvenes estudiantes. Pero es como cualquier cosa grata: quien lo prueba repite; y luego nunca tiene bastante.

Te hablaba de las ediciones en faximil. Bien! ya tenemos. Pero ¿y la música? ¿dónde conseguir grabaciones? No hay muchas. Las hay muy buenas. Las hay menos buenas; pero no hay una recopilación completa de ninguna de las 7 obras. Tras una reflexión se podría concluir que no sea económicamente viable. En una ocasión propuse a Gerardo Arriaga un repertorio de concierto íntegramente con música de los vihuelistas y respondió que no funcionaría, que el público no respondería. Así que pensé que no solo habría que hacer una oferta, sino también crear una demanda. ¿Y cómo? con información y es lo que persigo con mi blog: ponerme y poner a otros sobre la pista de esta música embriagadora.

Por otro lado está la cuestión de la organología. Que es también muy importante. Sabemos que hay una forma de hacer música con el charango que es eminentemente idiomática, propia de los recursos naturales del instrumento y de un modo sencillo de manejarlo. Sería, por tanto, un punto absurdo usar nuestra energía en transcribir nota por nota una obra del Maestro Milchberg para tocarla luego con una guitarra. Quizás. O no. Con la vihuela lo que ocurre es que tiene la misma disposición de cuerdas y afinación que la guitarra (siempre que bajemos medio tono la tercera), por lo que resultan idénticos los posibles recursos idiomáticos (que son los que aportan un carácter más personal a la ejecución en cada instrumento). La sonoridad tampoco es la misma. Sin dudar un buen guitarrista ha de saber imitar los timbres de otros instrumentos porque la politímbrica es una de 'esas características propias' de su instrumento. De hecho fue estudiando guitarra como descubrí a los VihuelistaS que se incluían en la programación dentro del capítulo 'Siglo XVI', por lo que, como estudiante, podías perfectamente no tocarlos si tocabas otras obras para laúd de autores Italianos (un montón y también muy interesantes), franceses (montones de música para guitarra de 4 órdenes), ingleses (más tardíos y con lenguajes casi barrocos)...

Por mi parte disfruto a horrores tocando esta música con la guitarra porque ya nos conocemos de hace tiempo y sé cómo usarla. Con el charango también siento eso pero no con la vihuela. Con la vihuela suena lo que suena no lo que yo quiero.
Y (por fin) "respondiendo a su pregunta":
La vihuela no se tocaba rasgueada. Según parece en el siglo anterior eran muchos los trobadores que acompañaban sus crónicas y cuentos "rasgueando" sus instrumentos de cuerdas pulsadas (cedras, cítolas...). Juan Bermudo en su "Declaración de intrumentos" (Osuna 1555) refiriendose a las afinaciones de la guitarra (de 4 ordenes entonces) habla de "temple a los nuevos" y "temple a los viejos" y aclara que los temples viejos son más adecuados para "música golpeada" (antigua) mientras que "el temple a los nuevos es más para música del tiempo" (es decir: de ese momento). Si revisamos las tablaturas de los VihuelístaS vemos que raramente se pulsan a la vez todas las cuerdas. En el siglo siguiente, el instrumento que hoy llamamos "guitarra barroca" sí que hizo del rasgueo la principal seña de identidad de su repertorio. Se recurre a alfabetos que representan posiciones fijas sobre el diapasón facilitando la escritura y la lectura. Este sí que es un repertorio que, con alguna excepción, no funciona con la guitarra actual. Y no funciona, precisamente, a causa de la diferente disposición de las cuerdas. En el siglo XVII en España había una plaga de guitarras. Por todas partes hay referencias a esa abundancia en la literatura y en la historia. Es esta la época de la colonización masiva de los “territorios de ultramar”. Por eso pienso que este instrumento, con su cuerda más gorda en el centro de otras 4, caracterizado por el rasgueo y totalmente popular, puede llegar a ser el más firme candidato a ser el abuelo de nuestro charanguito. Y no la vihuela, con su repertorio sofisticado y cortesano.

Para cualquier cosa ya saben dónde me tienen.

18.9.06

ALONSO MUDARRA

No se conoce con seguridad el lugar ni la fecha de su nacimiento, pero se sabe que se crió en Guadalajara en casa de los Duques del Infantado, Diego Hurtado de Mendoza e Iñigo López, a cuyo servicio estuvo durante muchos años. Fue en ésta ciudad donde seguramente recibió educación musical.
Probablemente viajó a Italia en 1529 junto al Emperador Carlos I y a Iñigo López, cuarto duque del Infantado.
En 1546 publica "Tres Libros de Música en Cifras para Vihuela" y se ordena sacerdote en la Catedral de Sevilla, donde permaneció el resto de su vida. A lo largo de trenta años dirigió todas las actividades musicales que allí se realizaron y algunas han quedado documentadas: su trabajo junto al compositor Francisco Guerrero en varios eventos o la compra y ensamblaje de un nuevo órgano.
Murió en Sevilla y, de acuerdo con su voluntad, su considerable fortuna fue repartida entre los pobres de la ciudad.

14.9.06

CRITICA DISCOGRAFICA

“Miguel de Fuenllana, Luis de Narváez”

El repertorio para vihuela del Renacimiento español es un repertorio para exquisitos. Luis Milán trabajó para el duque de Calabria y su esposa Germana de Foix, virreyes de Valencia. Luys de Narváez sirvió a la emperatriz Isabel, esposa del emperador Carlos V. Miguel de Fuenllana, a Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II, y más tarde probablemente a Fernando, rey de Bohemia y Hungría.
De Narváez nos queda una única publicación, Los seys libros del Del-phin (Valladolid, 1538), lo mismo que de Fuenllana, autor del célebre Libro de música para vihuela, intitulado Orphenica lyra (Sevilla, 1554). Ambas recogen tanto obras originales (sobre todo fantasías) como variaciones o diferencias y adaptaciones del repertorio vocal de moda en la época, tanto religioso como profano, nacional como internacional. Dolores Costoyas interpreta en este CD una selección de este repertorio, que incluye obras como las Siete diferencias sobre Guárdame las vacas o la adaptación de la bellísima canción de Josquin Mille regretz de Narváez y la no menos bella Tant que vivray de Claudin de Sermisy adaptada por Fuenllana, junto con fantasías y otras piezas de ambos autores, que difícilmente podrían interpretarse mejor.
Puesto que éste es el primer disco en solitario de Dolores Costoyas, no podemos sino lamentar que haya tardado tanto tiempo en grabarlo. Se mire por donde se mire, técnica, tempo, expresividad y, sobre todo, buen gusto, su interpretación del repertorio de Narváez y Fuenllana está a la altura de las mejores y en algunos aspectos, como en la expresividad, puede que sea la mejor. A Dolores Costoyas le espera, sin lugar a dudas, una espléndida carrera como solista de vihuela.

MARICARMEN GOMEZ MUNTANÉ
(Doctora en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona. Cursó estudios superiores de música en el conservatorio del Liceo y de musicología en la Universidad de Göttingen)

1.9.06

CONTEXTO

En el siglo XVI destacan dos acontecimientos importantes en la música europea: un desarrollo espectacular de la polifonía y un gran auge de la música instrumental. La escuela española de los vihuelistas representa una de las más brillantes y coherentes manifestaciones musicales de su tiempo. Entre 1535 y 1576 estos humanistas españoles consiguieron imprimir y editar, estando la imprenta en pañales, siete colecciones que han llegado hasta nosotros. Nuestro propósito con este trabajo es el de homenajear y llamar la atención sobre las obras de estos creadores excepcionales. Son ellos y su música los auténticos protagonistas de “VihuelistaS”.

LUIS DE NARVAEZ

Luis de Narváez

 Uno de los más grandes compositores y virtuosos de la vihuela del Renacimiento español. Nace en Granada entre 1503 y 1505. Estudió música en su ciudad natal y completó su formación en la corte de la emperatriz Isabel, al lado de Antonio de Cabezón, Francisco de Soto y otros destacados polifonistas españoles. Fue contemporáneo de Luys Milán, pero seguramente desconocía la obra de éste y a su propio autor.
      En 1538 se editó en Valladolid su libro de música en cifra para tañer vihuela, intitulado Los seys libros del Delphin, dedicado al comendador de León D. Francisco de los Cobos, del cual era vihuelista. Además de este libro, se conocen de Narváez dos bellísimos motetes que, según R. Mitjana, se conservan uno en Viena y el otro en Munich.
      A partir de 1548 fue maestro de los niños de coro del príncipe Felipe, a quien acompañó en sus viajes, y más tarde músico de su corte. Flandes, Italia, Alemania, los Países Bajos, etc., conocieron el arte de este vihuelista. En el séquito iba también, como organista, Antonio de Cabezón; es de suponer que existió un contacto musical directo entre ellos.
      Narváez fue el segundo de los vihuelistas españoles cuyas obras de música fueron impresas en España en el s. XVI. Dos años antes había editado las suyas Luys Milán. El Padre. Bermudo, en su Declaración de Instrumentos (Osuna 1555), cita a Narváez como uno de los mejores vihuelistas de su época; por su parte, Luis Zapata dice: «Fue en Valladolid, en mi mocedad, un músico de bihuela llamado Narváez, de tan extraña habilidad en la música, que sobre cuatro voces de canto de órgano de un libro, echaba en la bihuela de repente otras cuatro, cosa a-los que no entendían la música milagrosa, y a los que la entendían, milagrosísima».
      Existieron ediciones parciales de la obra de Narváez, pero la transcripción completa del libro citado se debe a E. Pujol (Barcelona 1945). Los seys libros del Delphin contienen 52 obras: 14 fantasías instrumentales, seis transcripciones de obras de Josquin, dos de Gombert y una de Richafort, diferencias (variaciones) sobre dos himnos gregorianos, dos romances para canto y vihuela y cinco villancicos también para canto y vihuela, dos de éstos con diferencias, 22 diferencias sobre el romance del Conde Claros, y siete diferencias sobre Guárdame las vacas. Y como broche del libro, una Baxa de contrapunto.
      Narváez, cuya obra reúne la gracia, frescura y el buen hacer de un auténtico virtuoso de la vihuela, tiene además el mérito de ser el precursor del arte de la variación.
     
     
JORGE FRESNO.

LUYS MILAN

Luys Milán

Las fechas de su nacimiento y muerte nos son desconocidos y los únicos datos que permiten situar su vida son los de la publicación de sus tres libros: : "Libro de música de mano intitulado El Maestro" (Valencia 1536), "Libro de motes de damas y cavalleros, intitulado El Juego De Mandar" (Valencia, 1535), "Libro intitulado El Cortesano" (Valencia, 1561), de los cuales sólo el primero concierne a la música, siendo el primer libro publicado para vihuela. El Cortesano nos enseña cómo era la vida en la corte.
De dichas fechas podemos inferir que Milán nació a finales del S. XV o inicios de S.XVI, muriendo después de 1561. Fue de origen noble pero no se tienen datos ciertos en cuanto a su educación musical. No obstante, en la introducción de El Maestro afirma " ...siempre he sido tan inclinado a la música que puedo afirmar y dezir: que nunca tuve otro maestro sino a ella misma." En su juventud Milán visitó la Corte de Portugal aunque no sabemos exactamente cuándo y cuánto tiempo permaneció allí. El rey Joao III debió de tenerle en alta estima y como prueba de ello le concedió una pensión de 7000 cruzados. El reconocimiento de Milán a su generosidad se refleja en su dedicatoria de El Maestro y en la inclusión en éste de villancicos en portugués. Por otra parte, si tenemos en cuenta la tipografía veneciana, por primera vez empleada en España , las pavanas italianas y sonetos en italiano incluidos en dicho libro, se puede pensar en una estancia de Milán en Italia.
Sin embargo, Milán pasó la mayor parte de su vida al servicio del Virrey de Valencia, Ferran d'Aragó, Duc de Calabria, un mecenas generoso en su corte que fue escena de suntuosas recepciones y fiestas, y quien recibió y protegió a los más famosos artistas. El Duc fue nombrado Virrey de Valencia en 1528. En este ambiente, el quehacer poético y musical de Milán debió de ganarse gran fama, siendo durante muchos años honrado con honores y admiración. La muerte del Duc de Calabria en 1550 y de Joao III en 1557, que le privó de su pensión significan el crepúsculo de su fama. Tras la publicación de El Cortesano, el nombre de Milán cayó en el olvido teniendo que esperar al S.XIX antes de que los musicólogos lo redescubrieran.
De una fuerte personalidad, extrovertida a la vez que apasionada dentro de los límites de la técnica musical de su tiempo, consiguió con habilidad una tensión dramática que llegó a su punto culminante en las fantasías de consonancias y redobles alcanzando verdaderas cimas en la composición vocal e instrumental.

OTRA FOTO

MERCURIO, INVENTOR DE LA VIHUELA

"¿Quién fue el inventor primero de la vihuela? Respóndese que Mercurio, y la halló en la manera siguiente. como el río Nilo, dizen, salga muchas veces fuera de madre, a la vuelta que mengua dexa en los campos muchos animales muertos, entre los quales quedó un tortuga o galápago. como ese animal se pudriese y se quedasen los niervos estirados, fueron heridos los dichos niervos por Mercurio, y hizieron sonido harmonioso. Ocasionado de este hecho el dicho Mercurio, hizo la vihuela, y diósela a Orpheo, porque era muy estudioso en la Música " (Juan Bermudo, Declaración de instrumentos musicales, 1.555)

31.8.06

SALUDOS E INTENCIONES

Hola a tod@s:
Empezamos hoy con la intención de publicar información y comentarios acerca de la música de los VihuelistaS españoles del siglo XVI. Nos parece importante dar a conocer este tesoroo escondido. Confío en que poco a poco lo iremos consiguiendo.

FOTO DE VIHUELA